El primer paso en la profesión: identificar el nicho de negocio del despacho de abogados


Definir una hoja de ruta, acciones y estrategias de negocio... Se trata de la toma de decisiones básica que debemos abordar a la hora de emprender. Al montar un despacho o comenzar a ejercer como abogado individual, debemos identificar los servicios jurídicos que vamos a ofrecer. Desde el asesoramiento legal a la consultoría, pasando por la defensa y la litigación, tendremos que seleccionar no solo aquello que dominemos, sino también aquello que nos otorgue una cierta diferencia competencial, un valor añadido.

Para lograrlo, la tecnología se perfila como una gran aliada, ya que las soluciones tecnológicas de última generación han reducido la brecha competencial entre los despachos de nueva creación y los que llevan décadas asentados, pero siguen recurriendo a procesos de trabajo obsoletos. Hay más de 150.000 abogados en España, por lo que ofrecer algo que marque la diferencia es algo de extrema necesidad.


Tiempo de crisis, tiempo de oportunidades

La crisis del coronavirus ha tenido un impacto en la gran mayoría de los sectores económicos, los cuales han tenido que afrontar no pocas dificultades de liquidez y continuidad de negocio. Sin embargo, el sector legal, aunque también se ha visto azotado por las consecuencias económicas de la pandemia, ha vivido la situación de manera peculiar.

Hay áreas de práctica que han experimentado un fuerte pico de trabajo a raíz de las complicaciones jurídicas que la crisis sanitaria ha traído consigo. De este modo, mientras algunos despachos, en función de su especialidad, han experimentado una disminución de la actividad en algunas de sus áreas de trabajo; otros han recibido auténticos huracanes de consultas y encargos profesionales. Según las estadísticas, uno de cada tres abogados se encuentra trabajando en asuntos directamente relacionados con las consecuencias de la pandemia: despidos, reclamaciones por impago, incumplimientos contractuales, concursos de acreedores, adopción de nuevas tecnologías para dar continuidad a los negocios, etc. Asimismo, como en cualquier crisis, hay sectores que salen reforzados del actual cambio de tendencias, lo que ha derivado en el despliegue de múltiples operaciones de inversión y desarrollo de negocio que requieren de un asesoramiento legal constante y de diversas especialidades: fiscalidad, privacidad, cumplimiento normativo, etc.

Saber identificar las necesidades de los clientes en cada momento, así como nuevos clientes, yendo un paso por delante, nos permitirá ganar una ventaja competitiva importante que garantizará el afianzamiento y la continuidad de nuestro nuevo despacho.


Especialización

Existen opciones diversas sobre la trascendencia de la especialización en el sector legal, especialmente sobre si resulta beneficioso o no, a la hora de emprender montando un despacho o iniciando la actividad de un abogado individual. Aunque siempre ha habido despachos y abogados especialistas en determinadas áreas de práctica jurídica, venimos de una fuerte tradición generalista: abogados que, con carácter general, ejercen en múltiples ámbitos como el laboral, el penal o el civil, e incluso se animan a adentrarse en otros.

Lo cierto es que, a la hora de emprender en el sector legal, en el término medio está la virtud: pretender abarcar muchas materias puede ser un error que derive en una incapacidad de gestión no deseada, pero también puede serlo el especializarse demasiado, de forma que se estén perdiendo oportunidades. La asociación con abogados de distintas especialidades permite repartir esta carga, ofreciendo la posibilidad adicional de prestar servicios más completos e integrales, ahondando en la diversificación, así como en la capacidad de diferenciación y el valor añadido del que hablábamos antes.

De este modo, es posible formar despachos de dos y tres abogados que presten servicios en sus respectivas áreas de especialización y que, además, se apoyen mutuamente para prestar servicios aún más completos a sus clientes. Algo que el cliente siempre apreciará es que se le pueda ofrecer más de lo que en un principio esperaba.