Debido a la actual crisis sanitaria, las firmas de abogados se enfrentan a una situación económica amenazada por la detracción de la economía, como consecuencia de la reducción de ingresos tanto de las personas físicas como de las jurídicas. Además, se prevé un incremento en la presión y competencia en precios debido a las cada vez mayores exigencias de los clientes. Es previsible que, aunque la carga de rabajo en los despachos se mangenga o incluso aumente de forma generalizada, se ajusten las tarifas y los márgenes de las operaciones legales. Esto supone precios más bajos plazos de pago más largos y mayor riesgo de impago.
En paralelo, la gran cantidad de novedades legislativa se presenta como un generador de oportunidades, de capacidad de reinventarse, reciclarse y anticiparse. Aunque la afectación de la crisis será desigual por áreas de práctica, se prevé un crecimiento de los asuntos legales en la mayoría de ellas.
Según las estimaciones del Ministerio de Justicia:
En este contexto surgen grandes oportunidades para las firmas de abogados. Desde el derecho administrativo, pasando por el laboral, tributario y fiscal, penal, civil, mercantil y compliance, el impacto del COVID será relevante, generando nuevas oportunidades de negocio.
Ante esta situación, se impone la necesidad de implementar una gestión profesional capaz de adoptar con agilidad los cambios necesarios en los procesos de trabajo, permitiendo a los profesionales jurídicos centrarse en el control del negocio: es decir, necesitarán apalancarse en la tecnología para disponer de soluciones que les permitan ahorrar tiempo y recursos en la gestión de sus asuntos y que se adapten para hacer frente a una mayor demanda de sus servicios.
Para lograrlo la clave está en contar con un software de gestión de despachos como Aranzadi Fusión que, además de proporcionar la mejor información jurídica, mejore los resultados contables del despacho por su ahorro de costes y tiempos para ser más eficientes y productivos y ofrezca un módulo de rentabilidad.
Esto es debido a que será más importante que nunca tener un control muy cercado de cuáles son los márgenes de los diferentes asuntos, la desviación entre el presupuesto y el trabajo realizado, la rentabilidad por cliente, por materia, por profesional, así como la evolución del despacho desde el punto de vista económico.
Los módulos de rentabilidad permiten controlar este factor clave del negocio del despacho mediante cuadros de mando por área de práctica, tipología de expedientes, clientes, entre otros, así como monitorizar los gastos e ingresos y margen de los diferentes asuntos.