El buen ejercicio de la abogacía requiere conocimiento del Derecho y su ejercicio permanente, intuición y dedicación, sentido común y empatía, personalidad propia y trabajo en equipo, tradición e innovación, rigor y flexibilidad. Cuando una persona es capaz de reunir todas estas virtudes, se convierte en un abogado excepcional.
Julián Martínez-Simancas trabajó muchos años con Gerardo Codes, en quien descubrió a una persona normal que, en su profesión, alcanzó logros extraordinarios, por combinar esas virtudes necesarias para ser un gran abogado. Por ello, se reunió con los hijos de Gerardo Codes, con su gran amigo y compañero, Carlos Escribano, y con el hijo de éste, Ignacio, para, entre los seis, elaborar esta semblanza de Gerardo Codes, abogado.
A través del relato de muchos compañeros, clientes y amigos, el lector acompañará a Gerardo Codes en un viaje que sirve como un pequeño tratado de virtudes para desempeñar una profesión, la abogacía, que está destinada a servir a los más altos valores del ser humano: la justicia, el respeto a los derechos de los demás y la dignidad
La obra Gerardo Codes, abogado ofrece:
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Una trayectoria marcada por la experiencia y la templanza en el ejercicio del Derecho.
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Una fe auténtica en la justicia y en los valores del Estado de Derecho.
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Una firme dedicación a la labor social y a la promoción de la educación.