En un análisis de la población ocupada se comprueba la importancia del Sector Servicios en todos los municipios y la de la Industria Manufacturera en Molina de Segura; la actividad agrícola es la principal en Abarán, Blanca y Fortuna. En cualquier caso, en todos los municipios se encuentran cultivadas la mayor parte de las tierras de llanura, lo que la convierte en la actividad ambientalmente más importante. Un 60'9% del total de la superficie de los municipios se encuentra cultivada.
Las superficies cultivadas han experimentado un constante aumento en los últimos años en el conjunto de los municipios del ámbito del PORN y su entorno, pasando de 64.590 Ha de secano y 15.080 Ha de regadío en 1.985 a 70.835 Ha de secano y 20.162 Ha de regadío en 1.992. A nivel de aprovechamientos específicos destacan los cultivos leñosos, sobresaliendo el viñedo y los frutales de regadío, y los de secano. Los cultivos herbáceos se limitan prácticamente a los cereales. Es de resaltar la gran superficie ocupada por barbechos (32'9% de la superficie cultivada).
En todo el ámbito PORN y su entorno, pueden diferenciase claramente dos situaciones. En la parte occidental y suroccidental, la presencia de agua para riego permite la existencia de cultivos de frutales. Por el contrario, la parte norte y oriental carecen de este recurso, con una agricultura de secano (almendro, cereal, viñedo y olivo). El relieve accidentado en la parte oriental imprime un carácter de marginalidad a estos cultivos, poco productivos y costosos de mantener, lo que está propiciando su abandono.
En los términos municipales afectados predominan las explotaciones de 0'1 5 Ha (72'8% de las existentes). El régimen de tenencia mayoritario es la propiedad, teniendo más de la mitad de los empresarios como única actividad la agricultura, lo que puede relacionarse con la edad media relativamente baja del empresariado, ya que la mayoría de ellos (43'0%) se encuentra en el grupo de 35-44 años de edad; en ello ha influido la transformación de secanos poco productivos y la creación de nuevos regadíos.
La ganadería ha sido uno de los aprovechamientos tradicionales de los municipios afectados. El ganado ovino, con 31.082 cabezas, se encuentra muy ligado a los subproductos cerealistas. El caprino, con 13.789 cabezas, está compuesto en su mayor parte por cabras murciano-granadinas en régimen de semiestabulación. En el ámbito de los montes públicos del Parque Regional, el número máximo de ovejas que pastorean ha ido descendiendo hasta alcanzar la cifra de 2.100 cabezas lanares. La superficie sobre la que se autoriza el pastoreo varía cada año, estando en la actualidad en 5.714 Ha.
En cuanto a los aprovechamientos forestales en la Sierra de la Pila, es necesario reseñar la extracción de madera, leñas, esparto, plantas aromáticas y medicinales. En el Monte de Abarán se extrajeron en el periodo 1.957-87, 20.482 m³ de madera, no estando registrados aprovechamientos posteriores. La repercusión económico-social en los municipios del entorno es baja, reduciéndose a pequeñas labores de conservación y tala. El esparto, de enorme importancia económica durante muchos siglos hasta los años 70, ha dejado de aprovecharse industrialmente. Las plantas aromáticas y medicinal-condimentarias se recogen de forma tradicional por la población de los núcleos circundantes. En Fortuna existen pequeñas empresas familiares que comercializan algunas plantas recolectadas en la Sierra y otras que importan al por mayor.
Las actividades mineras tienen una significativa incidencia en el entorno del Parque Regional, especialmente en la economía de la zona perteneciente al término municipal de Fortuna, donde se localizan 10 de las 12 canteras activas existentes. Destacan por su tamaño y producciones las canteras de áridos, de las que se extraen de 700.000 a 900.000 m³ anuales, que supone una cifra algo superior al 50% de la producción regional, con la que se abastece la obra pública de las comarcas de la Vega Media y Baja del Segura y parte del campo de Cartagena. También destaca la producción de bloques de calizas marmóreas de Peña de la Zafra que, con una salida de 7.000 a 9.000 m³/año, constituye el tercer centro productor de la variedad crema-marfil, una de las rocas ornamentales más difundidas a nivel nacional. La producción de yeso no es significativa en cuanto a su volumen, pero las canteras tienen importancia estratégica, ya que abastecen a una fábrica de yeso comercial situada en Fortuna. La valoración de la producción minera se ha estimado en más de 600 Mill. pts/año, de los que 117 Mill. pts han revertido en la Administración (Ayuntamientos y Comunidad Autónoma) en concepto de canon de explotación.
Si bien la agricultura tiene gran importancia, en cuanto a empleo y producción, es fundamental la presencia de una importante industria agroalimentaria transformada que aporta un valor añadido a los productos vegetales, desde el punto de vista económico y del empleo generado. De esta forma, en los cuatro municipios afectados el 29'9% de las industrias se encuadran en el capítulo de Alimentación y Bebidas, ocupando al 47'8% de los empleados del sector industrial. Molina de Segura destaca, muy por encima de los demás municipios, con un 58'5% de las empresas y un 75'1% de los empleados del sector industrial, basado en la industria transformadora de productos vegetales. En Abarán sobresale la industria de la Madera, Caucho y Corcho por la presencia de empresas de fabricación de embalajes. En Blanca y Fortuna este sector alcanza su mínima expresión con tan sólo 127 y 28 empleados respectivamente. Alrededor de las empresas agroalimentarias, existen otras que le sirven de apoyo y que adquieren cierta importancia, como la de Construcciones Metálicas, Papel y Artes Gráficas y Madera, Corcho y Caucho.
Por otro lado, el sector industrial no extractivo es casi inexistente, tan sólo cabe reseñar la presencia de dos empresas de comercialización de productos agrícolas, que cuentan con 20 empleados, en las inmediaciones de la Estación Férrea (municipio de Blanca).
Los municipios del entorno de la Sierra de la Pila presentan un desarrollo importante de las actividades terciarias, con un 37'4% del total de la población ocupada, la mayoría de los cuales se encuadraban en el ramo de alimentación. Todos los municipios poseen una estructura comercial suficiente, pero localizada en el núcleo principal, mientras que en las pedanías apenas existen comercios minoristas. Esto se ve compensado por la venta ambulante, que permite adquirir productos de consumo diario, textiles, calzado y otros.
Ninguno de los municipios se caracteriza por el desarrollo del sector turístico y, por lo tanto, poseen una infraestructura de alojamiento poco desarrollada o inexistente. Desde este punto de vista, Fortuna puede considerarse como la más equipada, con dos hoteles que acogen a los usuarios de las instalaciones termales de Los Baños.
Sólo existen servicios de restaurante y bares en la periferia del espacio, sobre todo junto a la carretera de Jumilla, a la altura de la Estación Férrea. En La Garapacha y Peña de la Zafra existen dos bares de funcionamiento intermitente. Es de destacar la escasa demanda turística del espacio natural de la Sierra de la Pila, limitándose a visitas de corta duración con el objeto de recoger agua en Fuente la Higuera y Fuente del Javé y actividades de picnic. En La Garapacha algunas viviendas son restauradas como segunda residencia.
Finalmente, a la hora de valorar las perspectivas económicas del área, hay que considerar las siguientes precisiones. La Sierra de la Pila hace de frontera entre dos importantes comarcas agrarias, el Altiplano y la Vega del Segura; la primera está caracterizada por una agricultura de secano que actualmente se encuentra en una profunda crisis, que posiblemente se acrecentará en años próximos, lo que provocará el abandono del cultivo en muchas tierras de carácter marginal, que previsiblemente podrán reconvertirse en espacios silvopastorales. La segunda comarca se caracteriza por la disponibilidad de agua para el regadío, actualmente muy tecnificado; esto la convierte en un rea de gran actividad económica con bastante capacidad de reacción ante los cambios de demanda del mercado, propiciada por la relativa juventud del empresariado; en esta dinámica es donde se observa un aumento de la población, a la vez que una concentración en las entidades mayores (Hoya del Campo y Estación Férrea, en el municipio de Blanca).
La actividad industrial, demandante de una importante cantidad de mano de obra, se concentra principalmente en Molina de Segura, que actúa como polo de atracción de los núcleos circundantes. Lo mismo ocurre, aunque a menor escala, en la parte norte con Jumilla. Esta actividad industrial es extraordinariamente dinámica en Molina de Segura, capaz de adaptarse en breve a nuevas demandas del mercado. Estos polos de atracción, junto a los otros núcleos importantes de Fortuna, Abarán, Blanca e incluso Cieza, provocan el despoblamiento de zonas como la del ámbito PORN, incentivado por la búsqueda de numerosos servicios terciarios disponibles en estos núcleos, cada vez más demandados por la población al mejorar el nivel de vida.
Por último, la mejora de las comunicaciones, la temporalidad de las labores agrícolas (sobre todo del secano) y la disponibilidad general del automóvil, permite a los agricultores explotar sus tierras a cierta distancia de su lugar de residencia, donde disponen de mejores servicios.