Guía Práctica de la Abogacía nº 50. Máximas forenses para ejecutar el contrainterrogatorio

¿De qué trata la guía?

El contrainterrogatorio se lleva a cabo al testigo propuesto por la parte adversa, una vez que ha respondido sus preguntas en el interrogatorio directo. La importancia del contrainterrogatorio es evidente, pues a la vista de la información obtenida tras el interrogatorio directo y el contrainterrogatorio, el juez dispondrá de una amplia y enriquecida información para fijar finalmente el relato que servirá de base para su sentencia. Es pues uno de los ejemplos más claros de la contradicción en el proceso y de la búsqueda de la verdad, pues, contrariamente a lo que se ha llegado a afirmar, a través del mismo se trata de descubrir la verdad, no de destruirla.

En esta entrega de la Guía Práctica de la Abogacía que Aranzadi te ofrece de forma gratuita, el abogado y experto en habilidades profesionales Óscar Fernández León, examina aquellas máximas o reglas que rigen la práctica forense del contrainterrogatorio.

Sumario de la Guía Práctica de la Abogacía nº 50. Máximas forenses para ejecutar el contrainterrogatorio

1. Introducción

2. Sólo se procede a interrogar cuando se tiene un objetivo relevante y alcanzable

3. A veces la mejor pregunta es la que no se hace

4. Preguntar en función del sujeto a interrogar y de la impresión o efecto psicológico que su testimonio haya causado o vaya a causar en el juez

5. No leer las preguntas durante el interrogatorio

6. No repetir las preguntas, pero, si es necesario, repetirlas hasta obtener la respuesta a la misma

7. Comenzar el contrainterrogatorio con preguntas seguras

8. En el contrainterrogatorio nunca solicites explicaciones al testigo

9. Utilizar nuestra propia historia

10. En el interrogatorio, una vez que te has anotado el tanto, ¡por dios, no sigas!

11. No preguntar al testigo si no se conoce la respuesta

12. No repetir el interrogatorio directo

13. No anticipar conclusiones durante el contrainterrogatorio